martes, 2 de septiembre de 2008

El Alcalde Popular de El Alamo y su fobia a la Bandera Republicana


Si el Maestro declara muy ufano que brindar su apoyo para lo que se ha convertido en una matanza es el momento más importante de la Historia de este País en los últimos doscientos años, uno de sus más fieles discípulos y seguidores tiene pleno derecho a repetir necedades emulando a su líder espiritual y eso es, ni más ni menos, lo que ha hecho el Alcalde Popular de El Álamo (Madrid), Jesús Arribas Yuste, pocos meses después de saltar a los medios de comunicación por sus manejos con tintes especulatorios habiendo un Colegio de por medio.

En aquella ocasión la actuación del Edil conservador pasó por ceder terrenos y fondos públicos para la construcción de un Centro escolar con el muy loable objetivo de dotar a El Álamo de un nuevo Colegio, por supuesto público dado que ese era el origen de los procedimientos empleados en su edificación. Pero he aquí que una vez finalizadas las obras nos apareció -que no sorprendió- con la noticia de que dicha Escuela Infantil y de Primaria pasaba temporalmente a manos privadas por los problemas económicos del Ayuntamiento. Hizo entonces el mayor de los ridículos ante las cámaras de televisión llegando a pedir un euro a cada uno de los telespectadores al estilo "Flores" y lo sigue haciendo hoy porque su Colegio, pagado por todos los habitantes de El Álamo, no consigue matricular a los alumnos suficientes a pesar de la actitud mendicante del Equipo de Gobierno popular y es que a los ciudadanos ya les llega con que el dinero de sus impuestos sirviese para financiar un negocio privado, como para ahora mes a mes tener que engordar la cuenta de resultados de un empresario a cambio de que sus hijos reciban la formación educativa que en derecho les corresponde.

Y en sus trece, nuestro Alcalde reincidente ha decidido esta vez hacerse fuerte en lugar de en el tema económico en el ideológico y para ello, ha escogido como momento las Fiestas de El Álamo y como espacio el chiringuito que cada año instala durante las mismas la Asamblea Local de Izquierda Unida. En dicha caseta hizo acto de presencia la Concejala de Seguridad Ciudadana instando a sus responsables a que retirasen la bandera republicana exhibida en la misma. Como quiera que recibió una negativa ante la exigencia conscientes del derecho y amparo legal que les asiste para tenerla allí expuesta, la funcionaria popular requirió la presencia de la Guardia Civil para que por la fuerza procediesen a la retirada de la enseña tricolor. El tiro a esta buena mujer, muy fiel a los dictados de su Jefe y a los de sus ideales, pero muy ignorante en lo que se refiere a la legislación, le salió por la culata, ya que los miembros de la Benemérita, bastante más instruidos que ella y con un concepto mucho más sano y ajustado de la democracia que la Concejala, no la quitaron sabiendo que no se estaba contraviniendo ordenanza alguna.

La Asamblea de Izquierda Unida de El Álamo se ha convertido para este Alcalde en una china en sus Martinelli y es que la tolerancia de este hombre sólo es comparable a su humanismo y preocupación por las necesidades reales del Pueblo. Tiene atragantada a la Formación Política de Izquierdas por diversos motivos: desde el mencionado del Colegio hasta el rechazo a su apoyo para la construcción de un aeropuerto limítrofe a la Población a instancias del Gobierno Popular de la Comunidad de Madrid, pasando por las críticas que recibe desde IU a su obsesiva carrera en privatizar cuanto se pone a su alcance o por la situación precaria de El Álamo en numerosas dotaciones y servicios, lo que no impide las subvenciones para las corridas en una Plaza de Toros en la que caben más espectadores que habitantes censados hay en la Localidad. Este individuo, todo un ejemplo de respeto a otras opciones políticas, practica el ejercicio habitual de expulsar de los plenos municipales a los afiliados a IU en cuanto abren la boca haciendo uso de su derecho en el turno de ruegos y preguntas como asistentes a los mismos si no le gusta lo que le exponen. El Alcalde, ante la imposibilidad de responder con la lógica inherente a una gestión clara, eficaz y transparente a los argumentos de los simpatizantes de IU, opta por ordenar su desalojo y así ahorrarse el tener que buscar justificación para sus despóticas actuaciones.

El hombre ya intentó por todos los medios que Izquierda Unida no montase la caseta durante las Fiestas e incluso manifestó su negativa a la apertura mediante un escrito dirigido a la Agrupación. Como su estratagema no surtió efecto ni se topó con ignorancia o cobardía por parte de la Asamblea de IU, ahora vuelve al ataque intentando con una bandera lo que no consiguió con un chiringuito.

Este Alcalde o desconoce la Ley o se la pasa por su particular Valle de los Caídos, pero en cualquier caso está demostrando una tozudez, memez, torpeza, ineptitud y animadversión por la libertad, indignas de un trabajador al servicio de los intereses de todos los ciudadanos, incluso los que no les votaron, porque a pesar de la movilización popular el día de las elecciones fletando furgonetas cargadas de ancianos de las residencias de la zona y la solícita ayuda de los apoderados del Partido sosteniendo la papeleta de los octogenarios hasta la misma puerta del aula electoral, algunas personas en el Pueblo, bastantes, no les escogieron.

El tema de la bandera republicana es recurrente y el Sr. Arribas debería de saber que existe una sentencia según la cual la resolución municipal de otro Ayuntamiento popular de Madrid, que obligó a la Formación local de IU a retirarla de su caseta durante las fiestas, es contraria al ordenamiento jurídico porque vulnera los artículos 16.1 y 20.1 de la Constitución, en los que se garantiza la libertad ideológica de individuos y comunidades así como a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. Tal vez su desprecio manifiesto a la Constitución viene en solidaridad con varios miembros de AP que en su día votaron en contra de la misma y es que algunos, parecen echar de menos una Ley de Vagos, Maleantes y de paso Librepensadores.

La bandera republicana no es oficial y por lo tanto no puede ser utilizada en actos oficiales del Estado o de sus Instituciones como si lo fuera. Pero es legal Sr. Alcalde de El Álamo, algo que no le ocurre a la simbología fascista y eso incluye a la enseña franquista con el águila de San Juan, porque la del mentor del Sr. Fraga representa valores a favor de la anulación del pluralismo político, de la represión de otros partidos e ideologías, del uso de la violencia, de la eliminación física de individuos contrarios al Sistema y en contra de la libertad de expresión y participación democrática. Todo eso hace que el fascismo y su simbología sea inconstitucional e ilegal. Sin embargo, la bandera republicana, la oficial hasta el alzamiento militar contra un Gobierno elegido en las urnas está dentro de la Ley como fuera lo está el escudo franquista exhibido en el Ayuntamiento objeto de la sentencia judicial y que un alcalde anterior, también del Partido Popular, se resistió durante mucho tiempo a retirar.

Sr. Arribas Yuste, en el cortijo en el que trata de convertir El Álamo le ha salido un grupo de "Gordillos" (Marinaleda) que no responden con servilismo a su actitud fascistoide, por lo tanto, olvídese de fantasmas particulares, de obsesiones persecutorias o de manías personales y trate de administrar en vez de cómo lo está haciendo hasta ahora, con dignidad y por el bien del Pueblo. Su guerra privada contra IU y su fobia a la divisa republicana es una patología que no debe de interferir en su labor de gobierno y tampoco debería hacer perder el tiempo a la Guardia Civil con sus rabietas, que su Sra. Concejala de Seguridad Ciudadana le podrá bailar el agua como disciplinada recadera, pero hace mucho que ese Cuerpo de Seguridad asumió la democracia y la libertad como valores a defender y a no coartar como Vd. ha intentado una vez más.







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